EL CANAL DE CASTILLA EN EL ENTORNO DE SAN PEDRO DE ROYALES
Lo que ahora conocemos como grandes vías de comunicación no sabemos lo que serán en el futuro. El puente de San Pedro de Royales fue una importante vía de comunicación durante siglos entre el este y oeste castellano, pero fue poco a poco dejando de usarse, hasta que los ciclos de la historia lo sumieron, entre zarzales y mimbrajos, en el olvido. Esos mismos ciclos hicieron resurgir, muy cerca, una nueva ruta sur-norte que trajo barcos a la llanura castellana, con la loable intención de sacar el cereal de Castilla a los puertos del Cantábrico, mejorando el comercio y elevando el nivel de vida de esta zona. A ese proyecto que fue, sino el más importante, uno de los más importantes de la Ilustración en España, se le conoce como Canal de Castilla.
Posiblemente ya no pasaran peregrinos hacia Carrión por el Puente San Pedro entre 1773 y 1774 que fueron los años en los que se excavó el Canal de Castilla entre Castrillo de Riopisuerga y Naveros de Pisuerga, que en esta zona discurre paralelo al rio. También fue en estos años cuando se construyeron las espectaculares esclusas ovaladas que permitían a las barcas salvar los desniveles del terreno, junto a las que se habilitaron cuérnagos para aprovechar las corrientes de agua en distintos tipos de industrias de transformación.
Aquellos que os acerquéis a visitar nuestro puente no podéis dejar de parar en alguna de las esclusas más próximas donde os dejamos unas pequeñas notas de lo que os vais a encontrar.
La 10ª esclusa. (Castrillo de Riopisuerga)
A 3,3 kilómetros al norte del Puente San Pedro se encuentra la esclusa décima del Canal de Castilla, atravesada por la carreterilla que va a Castrillo de Riopisuerga por La Campesina, lugar este en el que hay otro bonito puente de origen incierto, y que unos metros más adelante, en dirección a Castrillo, se puede coger a mano derecha una salida por la que se accede a un camino paralelo al rio Pisuerga, que os llevará hasta San Pedro de Royales.
Esta esclusa décima, cuenta con un acueducto por debajo de la misma llamado de “La Talda”, y junto a ella se situó un molino harinero desaparecido de forma temprana y del que apenas quedan restos.
Las esclusas 11 y 12. (Olmos de Pisuerga
Olmos fue lugar importante en la historia del Canal, allí se estableció todo un complejo de edificaciones en torno a la fábrica de papel situada junto a la doble esclusa, primera de este tipo construida en el Canal.
Las esclusas undécima y duodécima del Canal se encuentran a 1,8 Km del puente San Pedro. Esa distancia se puede salvar fácilmente con un bonito paseo por la vega de Olmos de Pisuerga.
Por debajo de la esclusa undécima hay un acueducto conocido como “El pendón” y un magnífico puente. En la actualidad solo quedan en pie en estado de ruina dos de las doce casas que albergaban a los trabajadores del Canal y de la Fábrica de papel, igualmente arruinada está la “cuadra de arrastre”, lugar destinado a avituallar a las mulas que tiraban de las barcas por el Canal. A todo el conjunto se le conoce como “barrio del papel”.
La fábrica y sus dependencias anexas fueron derruidas en el año 1984 con la autorización de la Confederación Hidrográfica del Duero, hecho este que influyó en la Declaración de Bien de Interés Cultural de todo el Canal de Castilla unos años después. En la actualidad, de la fábrica solo quedan en pie los pasos de agua situados en el cuérnago, con un bonito puente de comunicación en su terminación y una de las cambijas usadas como manantiales de suministro de agua a la fábrica cuando las aguas del Canal venían demasiado turbias, esta cambija está situada en una finca de labor al oeste, a unos cuatrocientos metros, en lugar poco visible.
La esclusa 13ª (Naveros de Pisuerga)
La decimotercera esclusa está atravesada por la carretera provincial que une Melgar de Fernamental con Ventosa de Riopisuerga, está situada a 2,6 Km del Puente San Pedro y se llega siguiendo un camino que va por toda la orilla del rio en un agradable paseo.
Junto a la esclusa existe un molino harinero en estado de ruina, de sólida construcción, que en su parte baja cuenta con cuatro meritorios arcos de sillería y cuya restauración parece estar en la agenda de las administraciones con competencias en la materia, lo cual sería una gran noticia para la zona.
Cesáreo Pérez y Luis Antonio Arroyo Pascual nos refieren en su libro “El Canal de Castilla: arqueología y sociedad en el Ramal del Norte (1759-1825)” que en este lugar había una serie de casas que fueron quemadas por las tropas francesas durante la guerra de la independencia, en concreto el día 13 de marzo de 1813.
A todo el que pasee por el entorno del Canal podrá ir apreciando Aligustres, Alisos, Chopos, Cornejos, Escaramujos, Espinos albares (espectaculares en abril), fresnos, mimbres, saúcos y Olmatos a los que la grafiosis impide alcanzar la edad adulta.
Con un poco de suerte se pueden avistar algún escurridizo mamífero del tipo de: conejos, corzos, jabalíes, nutrias, hurones, visones y zorros.
Azores, ánades, garzas, estorninos y mirlos también son aves que frecuentan el Canal en cuyas aguas habitan truchas y lucios, además del cangrejo señal.
No sabemos si el futuro traerá alguna nueva ruta a nuestra zona, de momento ni el Puente San Pedro ni el Canal de Castilla sirven para lo que fueron concebidos, mejorar el comercio y las comunicaciones, pero son testigos de un pasado que merece ser recordado.